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Muy acalambrados tiene a varios el presidente AMLO

Tren Parlamentario / Vicente Bello

Ciudad de México.- La semana que concluye, fue en los territorios del Congreso de la Unión la semana del amarre definitivo del Tratado comercial de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En un periodo extraordinario, los diputados y senadores mexicanos aprobaron la creación de dos leyes y dos más fueron reformadas, con el propósito de regular su comienzo anhelado en todo Norteamérica.  Se afirma que será instrumento fundamental de las tres economías, en el contexto de desastre que tiene al mundo entero la pandemia del coronavirus.

Ayer, en su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador informaba que ya compró los boletos para el vuelo a Washington, adonde estará desde el martes para una reunión que sostendrá con Donald Trump, presidente de aquel país, el miércoles. Esperarían también al primer ministro canadiense Trudeau.

En las dos cámaras del Congreso mexicano, la oposición de las siglas PAN y PRI se la pasaron criticando con gran acidez el encuentro de Washington. Arguyen que López Obrador, con la aceptación de reunirse con Trump, estaría colocando a México en situación bastante comprometida, porque en la lectura política que se le da al viaje se cree que sería un espaldarazo del presidente mexicano al presidente gringo, que pretende reelegirse en noviembre próximo, y cobra un grave peligro el asunto porque Trump no las tiene todas consigo para conseguir su propósito. Y sus contrincantes –del Partido Demócrata- van a considerar la reunión de presidentes como una afrenta.

Declaró en su conferencia el presidente, este viernes: “Se está revisando el formato del encuentro. Y sí, el tema principal es el inicio de esta nueva etapa del tratado comercial de México con Estados Unidos y Canadá, que considero, repito, es un momento importantísimo, la entrada en vigor  del Tratado. Nos va ayudar mucho en la reactivación de nuestra economía. Ayuda a toda la región de Norteamérica”.

Hay un gran asunto que tiene al PAN terriblemente fruncido, a propósito de la reunión de AMLO con Trump: la posibilidad de que, en la reunión de marras, también hablen de Genaro García Luna y de todo lo que implicaría una investigación exhaustiva en torno del programa conocido como Rápido y Furioso, mediante el cual fueron ingresadas más de 2000 armas de alto poder de fuego a territorio mexicano, supuestamente para atrapar a narcotraficantes.  

Ni los atraparon y sí, en cambio, miles de seres humanos fueron asesinados con esas armas, cuya letalidad también tocó trágicamente a agentes estadounidenses.

Panistas en el Congreso mexicano temen que en dicha reunión se decida investigar a los gobiernos de entonces de los dos países, como, de hecho, ha estado solicitando ya el presidente de México. Y andarían en la cuerda floja Barack Obama e Hilary Clinton, y de este lado el mismo Felipe Calderón y Genaro García Luna, ya preso en Nueva York acusado de narcotraficante.  

Es por este motivo por el cual ni el PAN en México quiere esa reunión, como tampoco el Partido Demócrata en Estados Unidos, porque si Rápido y Furioso es colocado en la picota judicial estos meses, por fuerza tendría que salir a relucir el papel, a todas luces infame y ruin, que tuvieron entonces los presidentes Barack Obama  y el animalesco Felipe Calderón Hinojosa.  

En este contexto hace Andrés Manuel López Obrador su declaración de ayer, cuando un reportero se hizo eco de las urgencias del PAN y le preguntó si no estaría poniendo en “peligro” al país con su viaje:

“Seguramente vamos a platicar sobre otros temas (además del T-MEC), el presidente Trump, cuando era joven, como yo, jugaba beisbol. Era pitcher; llegó a tirar 80-85 millas como pitcher. Nada más que yo en ese tiempo le bateaba a los pitcheres que bateaban más de 100 millas. No es por presumir. Entonces podemos hablar de beisbol, de muchas cosas.

“De todo, sin confrontación. Porque es un encuentro político, porque la política, entre otras cosas, se inventó para evitar la confrontación, la guerra. Entonces es una relación amistosa y de trabajo”.

Y añadía el presidente mexicano: “Ofrecieron pagarnos el hospedaje en un hotel. Yo estoy pensando en donde me voy a quedar, porque tengo amigos allá también”.

En el Congreso mexicano, PAN, PRI, PRD y MC, los cuatros partidos políticos que todos los días aguijonean al gobierno lopezobradoristas como avispas venenosas, súbitamente han permanecido en silencio, cuando el presidente los confronta y denuncia en su conferencia.

AMLO insistió en la corrupción del Poder Judicial: “Por eso también fue muy importante que ayer la Fiscalía diera a conocer lo del soborno a los integrantes del Juzgado para liberar a estar persona vinculada con el caso de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa.

“Se sabía que un presunto delincuente en un caso tan delicado, como es la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, fue liberado por un juez por dinero.

“Eso sería la gran nota en el mundo. Pero aquí no pasó nada en los medios. ¿Dónde están los comentaristas expertos? Es algo gravísimo. Es como la noticia de que va a venir, o aceptó ser extraditado porque va a cooperar con la Fiscalía, el señor Lozoya. Silencio. Un silencio cómplice (de estos comentaristas y medios). Imagínense, cuando venga este señor y diga: ‘pues yo entregué dinero, o recibí, porque entregué dinero, a todos estos personajes… o porque me lo pidieron, me lo ordenaron, para llevar a cabo ciertas acciones”…

Calambre tras calambre. Al PAN y al PRI. En torno de Lozoya, y del Caso Odebrecht, mucha cola que les pisen tienen Calderón Hinojosa y Peña Nieto.

06/07/2020