TREN PARLAMENTARIO // VICENTE BELLO

Ciudad de México;  Todos los días el presidente Andrés Manuel López Obrador escribe un párrafo de la historia. Ayer, justo en la víspera de que comience en la Cámara de Diputados la negociación del presupuesto de Egresos de la Federación 2021, el mandatario histórico ha hecho un recuento de las tranzas y robaderas que, durante décadas, protagonizaron diputados, senadores, gobernadores y presidentes municipales.  

Así acalambraba ayer, en su conferencia mañanera, al Congreso de la Unión y a los gobernadores que tanto pegan de chillidos estos días por recursos que, por antonomasia, suelen quedar en la penumbra:

“No tengo conocimiento a detalle si han llevado a cabo planes de austeridad en los estados. No quiero ser el crítico principal de los gobernadores. Nada más aclaro, para que no se vaya manipular la información: Para que los estados reciban más recursos se tiene que hacer una reforma legal, porque la entrega de recursos a los estados está establecida por ley.

“Existe una fórmula. No es un capricho del presidente. La última reforma que se hizo a la Ley de Coordinación Fiscal, para el reparto de esos fondos,  se llevó a cabo durante el gobierno de Felipe Calderón, en el 2007.  Y fue aprobada por los partidos que ahora son oposición. Y muchos de los que ahora están demandando que se les dé más dinero, votaron por esa ley. Gobernadores incluso, de los que están en el llamado Frente Federalista.

“(Quiero decir) a los habitantes de todos los estados que vamos a seguir apoyando de manera directa, sin intermediarios; entregamos a los estados lo que por ley les corresponde. Y ellos tienen que rendir cuentas; para  eso están los congresos locales; el Poder Judicial en cada uno de los estados. Precisamente porque somos una República.

“Lo que le corresponde a los estados, lo que les envía la federación, lo tiene que supervisar el Congreso local. Lo que les corresponda a los estados va directo de la Tesorería de la Federación a las Secretarías de Finanzas de los estados. Cada mes se les envía una orden de pago. Se les deposita.

“Ahora todos tenemos que saber cuánto es el presupuesto de cada estado. Cuánto se recibe de participaciones federales.  Cuánto son ingresos propios. Los estados cobran predial y otros impuestos. Tienen ingresos propios y tienen las participaciones federales.

“Las participaciones federales, lo que se envía desde Hacienda,  lo que por ley les corresponde a los estados de acuerdo  a esta coordinación fiscal, llega a ser hasta el 95 por ciento del presupuesto de un estado.

“Prácticamente todo lo que manejan. Yo lo voy a poner aquí el martes, para que el secretario de Hacienda diga cuánto ha enviado de participaciones a cada estado.

“Y lo que corresponde al gobierno federal, lo que  es ejercicio del presupuesto a cargo de las entidades federales, de las dependencias federales, eso va a seguir llegando a los estados, pero procurando que llegue de manera directa.  Nada de que se va a entregar a un gobierno estatal. Y ese gobierno estatal o municipal lo va a entregar a la gente.

“Mucho menos  que se va a enviar a una organización, como era antes; las organizaciones campesinas, las organizaciones  de la llamada sociedad civil; las organizaciones no gubernamentales, que recibían dinero. Tampoco las dependencias federales van a administrar el dinero, sino desde la Tesorería de la Federación a la gente.

“(En la Cámara de Diputados) estaban acostumbrados (los ahora opositores) a presionar para tener trato especial. Quedaron muy mal acostumbrados algunos, que cuando eran legisladores recibían partidas de moches.

Los secretarios de Hacienda, para sacar los votos y les aprobaran la Ley de Ingresos y el Presupuesto, destinaban dinero para entregar a cada diputado, a cada senador, una cantidad de recursos, para que ellos asignaran esos fondos a obras.

Les dejaron siempre, en los últimos tiempos, toda la inversión para el deporte, para la cultura y para el mejoramiento urbano.

Iba el diputado con un presidente municipal, con un gobernador, y les decía: ‘tengo estos oficios de autorización. Te hago la obra. Yo pongo nada más la empresa constructora’… O si no, ‘yo te doy el dinero, se te asigna el dinero, y me das un moche’.

“Habían gestores, coyotes. Cada vez que se iba a autorizar el presupuesto eran romerías de coyotes, de representantes supuestamente de organizaciones campesinas, para sacar sus partidas del presupuesto. Llegaban presidentes municipales. Eran como mercados. Se convertía la Cámara de Diputados en un tianguis.

Y llevaban hasta fogones, hornos para barbacoa, había comilonas ahí, para atender a los diputados. Los gobernadores también hacían visitas para ver cuánto les iba a tocar.

Si era un presidente municipal de un estado, pero se entendía con diputados de distritos que no pertenecían a su estado, se llevaba ese presidente municipal o ese gobernador recursos que estaban asignados a otros municipios.

Un desorden. Y corrupción. Ya no es así. Ya no hay partidas de moches. Yo agradezco mucho a los legisladores actuales de que se les envía el presupuesto, el proyecto, ya iniciativa de Ley de Ingresos no ponen condiciones. No, porque esa no es la función de un legislador. Para eso es el Ejecutivo.

Esta distorsión viene de tiempo atrás. En el estado de México, hace muchos años, empezaron con  este sistema, de otorgar presupuesto a los legisladores locales. Les entregaban una cantidad, sobre todo en materiales de construcción, para que ellos entregaran esos materiales. Eso, recientemente, lo instalaron a nivel nacional. Ya no es así”.

Fue una madriza.

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02/11/2020